El mecanismo de la deportación y las placas

El mecanismo de la deportación. El carro transportador y el ascensor monta-vagones hacían parte de aquellas tecnologías innovadoras de la Estación Central de Milán. Los vagones se cargaban y se subían uno por uno a la superficie, en un área de maniobra ubicada entre el andén 18 y el 19, poco más allá de la cúpula de la estación que cubre a los pasajeros. Allí era donde se componían los convoyes. Las operaciones de deportación se efectuaron entre diciembre de 1943 y enero de 1945 y estaba diseñada en modo que no interfería con la actividad ordinaria de estiba de mercancías.

El sistema de la deportación era un sistema complejo que requería de la necesaria colaboración de los empleados de la estación.

Las placas. En el andén hay veinte placas y cada una de ellas corresponde a uno de los trenes que salieron de la Estación Central de Milán entre el 6 de diciembre de 1943 y el 15 de enero de 1945. De estos veinte trenes, doce deportaron solo a judios, cinco a opositores políticos y tres se marcharon con un cargamento mixto de deportados. Las placas identificativas han sido dispuestas en tres niveles para recordar esta distribución, y cada una de ellas indica la fecha de salida y la estación de destino del tren al que se refiere. Desde Italia salieron prisioneros judios, prisioneros políticos y los I.M.I. (soldados y oficiales del ejército italiano que se negaron a afiliarse a la República Social Italiana a partir del 8 de septiembre de 1943 y que por lo tanto vivieron la dramática condición de los internados militares).

La mayoría de las placas lleva escrita una estación de destino italiana para recordarnos que en el territorio nacional existieron campos de transito. Los destinos italianos de los trenes que salieron de aquí son tres: Verona, Bolzano y Fossoli (por donde pasó Primo Levi antes de ir a Auschwitz). En las primeras dos ciudades se construyeron pequeños campos de selección que se conectan fácilmente con el resto de Europa a través del Brennero, mientras que el campo de concentración de Fossoli constituyó un centro de estacionamiento para los deportados que, pocos días después, serían llevados a sus campos de destino definitivos.